Este miércoles se registró un nuevo incendio forestal al norte de Los Ángeles (EEUU). En ese sentido, cerca de 20 mil personas recibieron la orden de evacuar, mientras el árido sur de California soportaba otra ronda de peligrosos vientos.
El incendio inició por la mañana y en cuestión de horas quemó cerca de 21 kilómetros cuadrados de árboles y matorrales. Lo que generó una enorme columna de humo oscuro cerca del área del Lago Castaic, una popular zona de recreación ubicada a unos 64 kilómetros al norte de los devastadores incendios Eaton y Palisades que siguen activos después de tres semanas.
Asimismo, una de las principales vías que va de norte a sur, fue cerrada. Esto, debido a que las llamas arrasaban con las colinas y se adentraban en los escarpados cañones. Aparte de los 20 mil evacuados, otros 15 mil habitantes de la zona fueron advertidos para que estuvieran preparados ante la orden de abandonar el lugar en cualquier momento. Según apuntó, el Departamento de Policía del condado de Los Ángeles.
Adicionalmente, hacia el sur del estado, los funcionarios de Los Ángeles comenzaron a prepararse para posibles lluvias incluso a algunos residentes se les autorizó volver a las áreas carbonizadas de Pacific Palisades y Altadena. Se pronosticaba que el clima ventoso continuara hasta el jueves y existe la posibilidad de precipitaciones a partir del sábado, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional.
Instan a la población a protegerse del aire
Por su parte, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, advirtió que los vientos podrían arrojar cenizas y aconsejó a sus habitantes que visitaran el sitio web de la ciudad para saber cómo protegerse del aire tóxico durante el nuevo evento de vientos de Santa Ana. Entretanto, la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer, advirtió que la ceniza podría contener metales pesados, arsénico y otros materiales nocivos.
«Incluso una breve exposición puede causar irritación en la piel y provocar problemas más graves», señaló Barbara Ferrer el miércoles e instó a la gente que use equipo de protección mientras limpia.
La baja humedad, la vegetación extremadamente seca y los fuertes vientos se produjeron mientras los bomberos seguían combatiendo los incendios Eaton y Palisades, en los que han fallecido al menos 28 personas y más de 14 mil estructuras han quedado destruidas desde que comenzaron el 7 de enero.
Con información de: Los Ángeles Time.
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