Las hamburguesas Quarter Pounders de McDonald’s fueron vinculadas a un brote de la bacteria mortal E. coli en Estados Unidos (EEUU) que enfermó a 49 personas y produjo la muerte a una, en diferentes partes de este país, principalmente en Colorado y Nebraska; esto ocurre luego de que el candidato por el partido Republicano de ese país, Donald Trump, apareciera en una de las sucursales de esta franquicia.
De acuerdo con el medio Lado.mex, diez personas fueron hospitalizadas por esta bacteria, incluido un niño, según reportaron Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU. Todas las personas intoxicadas manifestaron haber comido una hamburguesa Quarter Pounder en McDonald’s antes de enfermarse.
En este sentido, 27 de los que enfermaron son de Colorado y nueve de Nebraska. Un niño fue hospitalizado por complicaciones del síndrome hemolítico urémico, una enfermedad que daña los vasos sanguíneos de los riñones.
Acciones cayeron más del 10%
En consecuencia de la vinculación del brote de la bacteria E.coli con hamburguesas de McDonald’s luego de la visita de Trump, las acciones de la cadena de restaurantes cayó en más del 10% en las operaciones posteriores a la apertura del mercado.
Los investigadores se centran en dos ingredientes de las hamburguesas: cebollas frescas cortadas en rodajas y hamburguesas de carne fresca. McDonald’s informó a los CDC que retiró esos ingredientes de las hamburguesas Quarter Pounders de las tiendas en los estados afectados mientras continúa la investigación.
E.coli es una bacteria que vive en los intestinos de las personas y los animales. Algunas variantes pueden agravar los síntomas. La bacteria puede tener origen en agua o alimentos contaminados, por ejemplo, verduras y carne de res molida o poco cocida.
Contagio de la polémica
La polémica pareciera acompañar a este restaurante, el pasado fin de semana se volvió tendencia luego de que Donald Trump decidiera “trabajar” como empleado en una de sus sucursales. La intención del republicano fue desacreditar a su contrincante Kamala Harris, quien manifestó haber trabajado en esta franquicia en los años 80 cuando era estudiante.
Disfrazado de trabajador con salario mínimo, el magnate se tomó fotos sirviendo papitas fritas a los clientes que se acercaron al local. No obstante, de acuerdo con el medio The Guardian.com, la franquicia estaba cerrada en horario comercial normal.
Según el medio, los comensales que pasaron en los 30 minutos que permaneció el político fueron examinados previamente.
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